Es un delito invisible; cometido de puertas para adentro contra las personas más vulnerables, dependientes y muchas veces enfermas. El maltrato a mayores afecta en torno a un 5% del colectivo. En la última década, la Fiscalía ha registrado unos mil casos en la provincia. Pero aún así, "es una bolsa de absoluta impunidad", según alerta la fiscal decana de Málaga, Flor de Torres.

Uno de los obstáculos para perseguir este delito es el derecho de la víctima a no declarar contra su maltratador contemplado en el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Según la fiscal, hay un "uso abusivo" de esa dispensa por lo que pidió que se alce la voz "para que el legislador haga una apuesta valiente y derogue" esa disposición legal.

Torres -que participó en unas jornadas de UGT sobre El abuso y el maltrato en la vejez- instó a "denunciar lo que ellos no pueden" y a "no ser cómplices". El hecho de que las víctimas sean personas mayores -generalmente dependientes y frágiles-, que sus maltratadores sean sus cuidadores, que el delito se cometa en el entorno privado -bien familiar o de centros-, que el agredido prácticamente nunca denuncie y que -incluso si se inicia un proceso judicial a instancias de otras personas- difícilmente declare contra su agresor dificulta la lucha contra esta lacra.

Pero Torres dijo que hay que "abrir los ojos" y aflorar este delito. Y aclaró, ante una sala abarrotada de profesionales de servicios públicos, que no debían quedarse en detectar la violencia física. El maltrato psciológico, la tiranía emotiva, el abuso económico, la sedación excesiva, el abandono y la negligencia son otras formas de este delito, advirtió. "Cuando vamos por la calle y nos roban la cartera, se vulnera un derecho. Cuando se maltrata a un mayor, se vulneran muchos derechos", sostuvo.

La fiscal indicó que ha conocido casos de ancianos maltratados con más de 100 años. Torres hizo un llamamiento a romper el secreto profesional y denunciar esos hechos. Aunque es cierto que en los últimos años ha habido avances y tanto los centros sanitarios como otras instituciones tienen por protocolo la obligación de comunicar al juzgado de guardia la más mínima sospecha de cualquier tipo de maltrato.

Durante la jornada organizada por UGT, precisamente en el Día Internacional contra los Malos Tratos a Personas Mayores, también intervino la profesora del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Málaga, Rosario Castilla. Según un estudio que hizo en la capital de 2003 a 2013, el perfil de la víctima es el de una mujer mayor de 75 años maltratada por su pareja o sus hijos. Las conclusiones de ese trabajo reflejan que el 71% de quienes sufren este maltrato son mujeres y el 29%, hombres. Este dato indica que hay también en el maltrato a mayores hay un componente de violencia de género. Dos de cada tres (63%) tienen más de 80 años y la mitad presenta problemas de dependencia para hacer actividades de la vida diaria.

Por maltrato se entiende aquel acto único o repetido o la falta de medidas apropiadas que se produce en una relación de confianza que causa daño o angustia a una persona mayor. Castilla añadió al listado de los tipos clásicos de maltrato (físico, psicológico, económico, sexual, abandono...) otras formas emergentes como el acoso inmobiliario -los asustaviejas- o el síndrome de la abuela esclava.

La profesora de la UMA explicó que hay signos que pueden poner sobre la pista del maltrato como las explicaciones poco coherentes del mayor sobre el origen de ciertas lesiones, el retraso en pedir asistencia, la desnutrición, la deshidratación, las contradicciones entre el relato de la víctima y el del cuidador e incluso la negativa de éste a dejar solo a la persona mayor durante una entrevista con los sanitarios o los trabajadores sociales.

Durante las jornadas, se puso se manifiesto que es un delito invisible. Todos los participantes coincidieron es que hay que seguir sensibilizando para que salga más a la luz.