Movilidad

El AVE Málaga-Madrid sigue al alza y supera ya los 2,5 millones de viajeros anuales

  • El dato crece un 3,6% respecto a 2017 

  • El tren absorbe el 84% de la cuota de viajes a la capital de España, dejando el 16% al avión

Un tren AVE, en la estación Málaga María Zambrano.

Un tren AVE, en la estación Málaga María Zambrano. / Javier Albiñana

La línea de alta velocidad ferroviaria que desde el 24 de diciembre de 2007 une la Costa del Sol con el centro de la Península sigue dando muestras de buena salud. Como viene ocurriendo en los últimos ejercicios, el último balance dado a conocer por Renfe, correspondiente a 2018, confirma un nuevo incremento de usuarios del ramal, que crece en un 3,6% respecto a 2017. En términos absolutos, a lo largo de las doce mensualidades pasadas, han sido 2.526.000 pasajeros los que se han movido entre ambas ciudades, casi 90.000 más.

Las estadísticas oficiales remitidas por la empresa responsable de la explotación de esta conexión ferroviaria vienen a consolidar Málaga como destino turístico. Algo avalado por el hecho de que el mes con mayor demanda fue julio, con 236.000 personas a bordo de los trenes, seguido de mayo, con 229.000, y octubre, con más de 228.000.

El trayecto punto a punto de la relación, el que se realiza entre las dos capitales, se mantiene como la primera opción de viaje. El año pasado, el 73% del total de viajeros se desplazó entre Málaga y la capital de España, en cualquiera de los dos sentidos. En cuanto a los trayectos realizados con origen o destino Antequera-Santa, Renfe informa de 161.200 usuarios.

Tomando como referencia solo el comportamiento de los AVE Málaga-Madrid, la suma de viajeros acumulada en los once años de servicio del trayecto se sitúa ya en unos 23 millones de viajeros (22.981.000 usuarios entre diciembre de 2007 y diciembre de 2018).

Más allá de la relación Málaga-Madrid, el desarrollo del mapa de alta velocidad ferroviaria en toda España permite desde hace varios años alcanzar Barcelona y Valencia a bordo del AVE. La inclusión de ambos destinos a las estadísticas oficiales obliga a agregar otros 755.000 pasajeros (647.000 usuarios del AVE Málaga-Barcelona y apenas 108.000 del Málaga-Valencia).

En este último caso, el enlace directo de la Costa del Sol con la zona de Levante sólo funciona los fines de semana. El trayecto en AVE directo a Barcelona empezó a operar en 2009, fecha desde la que se acumulan 4.791.000 viajeros; en el caso de la línea con Valencia, su inauguración tuvo lugar en 2013, acumulando hasta la actualidad 604.000 pasajeros.

En la actualidad, Renfe ofrece trece circulaciones diarias directas entre Málaga y Madrid, saliendo la primera de ellas desde la estación Málaga Maria Zambrano a las 06:20. Justamente esta conexión fue recuperada en septiembre del año pasado, tras varios meses sin servicio. La misma da en buena medida servicio a uno de los perfiles principales de los clientes del AVE, el de personas que lo usan por razones de negocio y/o trabajo. Una de las principales ventajas del uso del tren respecto al avión son los tiempos de espera reducidos y la posibilidad de trabajar dentro del propio tren. El otro gran cliente es el que utiliza el tren como medio de transporte por motivos de ocio y turismo, seguido por viajes familiares.

El comportamiento positivo del tren de alta velocidad viene a coincidir con una evolución igualmente favorable de las estadísticas de uso del avión, como demuestra que el aeropuerto de Málaga cerrase el pasado año con algo más de 19 millones de pasajeros. No obstante, desde la puesta en servicio del AVE en la capital de la Costa del Sol tuvo lugar un vuelco en la relación de ambos medios de transporte, al punto de que de media el 85% de las personas que viajan de Málaga a Madrid opta por el tren en lugar de por el avión. Los últimos datos de Renfe vienen a rebajar esta proporción, situándola en cerca del 84% en el último trimestre del año pasado. Sirva como referente que esta misma compañía elevó a cerca del 88% este parámetro al cierre de 2017.

Estos porcentajes son diametralmente diferentes a los que se producían antes de la apertura del AVE, cuando apenas el 28% de las personas que necesitaban viajar entre ambas ciudades que se decantaba por el tren. El cambio se observó de manera inmediata con la llegada del AVE, como demuestra que ya en junio de 2008, el tren lograba el 57% de dicha cuota.

La construcción de los 154,5 kilómetros de recorrido de nuevo cuño entre Málaga y Córdoba supusieron una inversión por parte del Gobierno centra de 2.539 millones de euros, según informaron ayer desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). De esta suma, 890,3 millones fueron cofinanciados por la Unión Europea por medio de los fondos FEDER. Durante su construcción, que arrancó en el año 2001, se llegaron a contabilizar hasta 2.000 trabajadores.

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