Carlos Goñi | Músico

“La música jamás debió salir del teatro, es el lugar perfecto para los conciertos”

  • El líder de Revólver llega este viernes al Cervantes para presentar su último trabajo en directo, 'Básico IV'

  • En 2020 se cumplirán 30 años del lanzamiento del primer álbum

Carlos Goñi en una imagen promocional.

Carlos Goñi en una imagen promocional. / Domingo J. Casas

Lleva casi treinta años componiendo y dirigiendo ese proyecto artístico que llamó Revólver, en el que él es el único que dirige el barco, aunque asegura rodearse de grandes profesionales de los que agradece aprender tanto. Carlos Goñi (Madrid, 1961) regresa este viernes a Málaga con un concierto especial en el Teatro Cervantes. Llega para presentar su cuarto Básico, dentro de un tour que asegura ser la gira de su vida, o al menos una de ellas.

-El Básico de 1993 fue el primer ‘unplugged’ grabado en España, además de ser el trabajo que lanzó su carrera. ¿Cómo lo recuerda?

–Lo recuerdo muy bien. Pasé muchos nervios, yo era un criajo y me tuve que batir el cobre con una banda muy buena de músicos con la que no fue sencillo ganarme su respeto, aún así se consiguió y aprendí mucho con esta grabación. Fue una de las lecciones más importantes y más duras de toda mi vida.

"Grabar un disco en directo es extraordinariamente más caro que lanzar un álbum de estudio”

–Con este último han sido ya cuatro Básicos. ¿Qué tiene de especial este formato para Revólver?

–En España creo que hay muy poca costumbre de grabar muchos discos en directo. Si por mí fuese grabaría un disco en directo cada año, para que la gente pudiese ver como ha funcionado la banda ese año en directo, qué nuevas versiones se hacían de los temas o como funcionaban las canciones del nuevo disco. A mí me encantan los discos en directo, pero son mucho más complejos de grabar y preparar y extraordinariamente más caros. Por el formato acústico, desde muy pequeño, tras comprarme el disco eléctrico de mi artista preferido, en cuanto lanzaba el acústico iba a por él. Lo veía como un trabajo con nuevos temas, con las canciones vestidas de otra manera. Aquí sin embargo los conceptos tanto acústico como eléctrico son como paradas fortuitas en la carrera de los artistas, pero luego siguen con su tema.

–Le han comparado muchas veces como el Springsteen español.

–A ver, yo llevo escuchando rock americano desde que tenía 12 años. No solo Bruce Springsteen, también artistas como Bob Seger e infinitas bandas americanas han influenciado en mi música. Es cierto que cuando lancé El Dorado trataba de rendir tributo al sonido Springsteen, es algo que no he ocultado nunca. En este país a veces el dar la cara es jodido, a la mínima de cambio te la parten. Aquí lo que va bien es ocultarse y decir “no, no a mí lo que me gusta es Coltrane”, es así de absurdo. Bueno, Springteen es un artista que admiro mucho y las influencias están ahí, pero es una comparación que hoy en día me hace gracia, después de tantos discos y tan variados como Argán.

–Casualmente le iba a preguntar por Argán. Un trabajo diferente, totalmente exótico y grabado en Marraquech. ¿Te planteas repetir algún disco de este estilo?

–Sí, ya lo creo. La música árabe y la instrumentación marroquí me gusta mucho. Hace dos meses estuvimos tocando en Rabat y pude volver a contar con ellos. Es algo que volveré a hacer, me fascina mucho su música, su cultura y todo lo que dan. Estoy muy orgulloso de lo que nos dejaron aquí.

–La fusión de culturas y músicas enriquece a un artista.

–Siempre. Llevo toda la vida abogando por ello porque no entiendo una sociedad sin mezcla. Es necesaria y algo que abre muchas puertas que no sabemos ni que existen.

–¿Qué opina del formato teatro como espacio escénico para los directos?

–Es mi escenario favorito. Creo que la música jamás debió salir de los teatros. Es el lugar que está hecho para ella , donde suena bien y donde no tienes a nadie que te tire la cerveza encima. El teatro es el lugar perfecto para los conciertos. Los escenarios grandes ya solo los dejo para verano.

"No confío en una revolución colectiva que no esté precedida por una individual, en la que sí que creo”

–Siempre ha llevado las riendas, ¿cómo hubiera sido su carrera formando parte de una banda?

No hubiera existido. Ya pertenecí a bandas y me fui, no me gustaba cómo se hacían las cosas y pedí que me dejaran. Cuando jugaba a balonmano, siempre lo hacía de portero, tenía un espacio que era el mío, donde yo ordenaba y decidía las cosas . Siempre me ha gustado resolverme yo los problemas y ser el dueño de mis equivocaciones. De ahí que no crea en las revoluciones colectivas, siempre y cuando no vengan precedidas por una revolución individual en la que sí creo. Sí que me gusta trabajar en equipo, pero en un equipo en el que cada uno tenga su función concreta, además me gusta rodearme de grandes músicos de los que constantemente sigo aprendiendo.

–En una balanza entre música y letra: ¿Qué peso tiene el contenido lírico en las canciones de Revólver?

–Para mí manera de entender la música, las letras son el tronco sobre el que se cimenta todo. Yo tengo que abrir la boca y contar algo, si eso que cuento no tiene suficiente entidad por si mismo me resultaría muy complejo musicalizarlo. En mi caso me gusta que la letra tenga una importancia capital. Tenemos la suerte de vivir en un país en el que uno de sus idiomas oficiales es el castellano. Es fabuloso poder habla una lengua tan rica como esa. Todas las canciones de Revólver parten de una letra y a partir de ahí les pongo la música.

"Revólver suena con esta banda como nunca lo ha hecho. Creo que esta es la gira de mi vida"

–Hay discos como los Básicos grabados con una gran cantidad de músicos y otros como Enjoy en el que se recurre al trío clásico de rock. ¿Cómo es volver a contar con tanta instrumentación?

–Con esta formación que suma saxo, clarinete o acordeón a la banda clásica, Revólver suena como nunca lo ha hecho. Nunca ha sonado así y nunca es nunca. Siempre me he rodeado de grandes, pero en este caso, aparte de que son muy buenos, todos dominan ciertos códigos necesarios para configurar la homogeneidad de un sonido que planteo desde el principio. Para mí es, si no la gira de mi vida, una de las mejores.

–¿Qué piensa de la actualidad que vivimos?

–Me parece que nuestros políticos son muy malos y egoístas y acaban de demostrar que no saben hacer su trabajo. Si tú no eres capaz de hacer una entrevista, probablemente te despidan, estos señores no son capaces de ponerse de acuerdo y nadie les despide. Es más, tú les mandas un trabajo, no te lo hacen y te dicen que se lo vuelvas a pedir. Yo no pienso volver a votar, mi obligación como ciudadano es pagar impuestos, votar es un derecho.

–¿Piensa ya en próximos proyectos? En 2020 ya serán 30 años de Revólver.

–Siempre estoy pensando en cosas, cuando acabo un disco ya estoy metido en el siguiente. Efectivamente, estoy pensando en cosas nuevas y distintas de las que no puedo adelantar absolutamente nada, pero que es otro pasito más hacia mi mundo, otra puerta más abierta. Por lo del 30 aniversario yo soy muy poco de celebrar estas cosas, mi mánager si (ríe). En ello estamos, algo especial saldrá.

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