Urbanismo

El PGOU de Ronda inicia la andadura hacia su renovación

  • El Gobierno local espera poder aprobar el documento antes de que finalice la legislatura

  • El proyecto de Merinos Norte será el principal escollo a salvar para su redacción

La zona del casco antiguo es una de las afectadas por no tener Plan Especial.

La zona del casco antiguo es una de las afectadas por no tener Plan Especial. / Javier Flores (RONDA)

La aprobación en Pleno de los objetivos generales para el próximo Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de Ronda marca el inicio de su andadura hacia su renovación, aunque será un camino largo el que tengan que superar este futuro documento urbanístico antes de recibir su aprobación definitiva. Además, el delegado municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Ronda, Jesús Vázquez, puso por primera vez fecha para la posible culminación del proceso, ya que el objetivo del Gobierno local es poder aprobarlo antes de que concluya la actual legislatura en el año 2023.

Eso sí, antes tendrán que salvar el principal escollo que tiene la renovación del actual PGOU, ya que la calificación actual del complejo Merinos Norte haría inviable el ampliar el crecimiento urbano del municipio, ya que el número de viviendas contempladas en este complejo vinculado al golf prácticamente agotaría las posibilidades de crecimiento urbano que autorizaría en estos momentos la legislación andaluza para la ciudad del Tajo.

En este sentido, Vázquez explicó que creen poder salvar este problema dentro del marco que otorgará el futuro plan urbanístico de la Serranía de Ronda que se comenzará redactar este mismo mes de octubre. Precisamente, este documento podría aportar las herramientas necesarias para que los propietarios de los terrenos conserven sus derechos y no afecte al desarrollo de la redacción de un nuevo PGOU para la ciudad del Tajo, que sigue funcionando en estos momentos con el aprobado en el año 1994.

A ello se une también el anuncio de redactar el Plan Especial del Casco Antiguo, ya que la ausencia del mismo está provocando numerosos problemas en la tramitación de licencias de obras en esta zona de la ciudad, ya que la delegación provincial de Cultura tiene que informar las mismas aunque se trate de actuaciones de pequeña índole, lo que prologan la tramitación de las licencias hasta contar con los pertinentes informes de Cultura, que el mejor de los casos se demoran unos cinco meses. Un hecho que está provocando quejas de inversores y propietarios de viviendas.

En este sentido, desde el Gobierno municipal apuntan a que el contar con este documento también conllevaría el acabar con este tiempo de espera en la gran mayoría de los casos, ya que serían los propios técnicos municipales los que podrían informar sobre las actuaciones que se propongan en la zona dentro de lo marcado por el mismo. Mientras tanto, todo dependerá de las determinaciones que se tomen dentro del Plan de Ordenación para la Serranía.

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