La borrasca Nelson dejó un último regalo antes de comenzar a retirarse, una nueva nevada que cubrió amplias zonas del Parque Nacional Sierra de las Nieves y que llegó a alcanzar las cumbres de las montañas que rodean al casco urbano rondeño dejando una estampa invernal a las puertas del mes de abril.

Los turistas no han desaprovechado la ocasión para tomarse imágenes con la ciudad y el paisaje nevado a sus espaldas, y es que en este Domingo de Resurrección las miradas se han vuelto hacia la sierra tras suspenderse la última procesión que estaba prevista por las inclemencias meteorológicas.

Los copos cayeron con intensidad y llegaron a cuajar en zonas muy bajas y alcanzando incluso la carretera entre Ronda y la Costa del Sol, aunque allí ya llegaron mezclados con lluvia y no se registraron problemas en la circulación.

La nevada es visible desde Ronda

Una nevada que pronto atrajo la atención de vecinos y visitantes que no duraron en adentrarse hacia el parque por el acceso desde conejeras para disfrutar de la nieve. Y es que se podía llegar con los vehículos hasta las zonas en las que había cuajado y los muchos decidieron llegar hasta el propio refugio de Quejigales en el que la nevada había sido las importante.

Pequeños y mayores disfrutaron de la nueva nevada mientras los aficionados a la fotografía tampoco quisieron perder la ocasión de inmortalizar la estampa blanca que se repite en una misma semana. El Martes Santo ya se registró otra nevada de cierta importancia aunque la lluvia posterior hizo que rápidamente se derritiese, por lo que quedó poco margen para disfrutar de la misma.

La nieve cuajó por debajo del carril de Tolox.

En este ocasión las previsiones apuntan a que la lluvia podría retirarse y dar paso a un tiempo más estable, por lo que es probable que en las cumbres la nieve sí pueda aguantar más días para aquellos que quieran disfrutar del paisaje. Eso sí, el acceso en vehículo dependerá de las condiciones en las que queda el carril de acceso.

Además, en el paraje natural de El Torcal también llegaron los copos, aunque tras cuajar la lluvia posterior prácticamente eliminaba la nieve.