Las empresas más afectadas por la sequía vuelven a salir a la calle este viernes en Málaga para pedir un caudal mínimo de agua que les permita capear el temporal y sobrevivir hasta que la situación hídrica vuelva a normalizarse. Jardineros, socorristas, viveros o pisos turísticos han mandado una carta a la delegada de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro, en la que exigen una serie de medidas para seguir trabajando entre mayo y octubre. 

En su misiva, que firman 156 empresas y profesionales distintos, ven "gravemente la continuidad de nuestras empresas, lo que conllevaría al despido de miles de trabajadores, pérdidas irreversibles de zonas verdes y acumulación de deudas". 

Por ello piden a la Junta que, debe revisar las medidas dentro de dos semanas, que entre mayo y octubre permitan un riego de supervivencia con agua potable dos veces a la semana, con un máximo de 400 litros por metro cuadrado durante todo el verano. Para ello proponen que se deba pedir una autorización previa de los profesionales. 

Además, que se dé luz verde a la apertura de piscinas que ya estén llenas, ya que "necesitan un agua mínima" para su rellenado". A esto suman la reactivación de pozos en desuso y la agilización de trámites para el sondeo y la legalización de los mismos. Añaden a su rogativa el uso del agua de nivel freático que emana de comunidades privadas y "que acaba desaprovechada por el desagüe".

Además, exigen a la administración que aumente la inversión en infraestructuras de recursos hídricos y acelerar el tiempo de ejecución. Ponen como ejemplo hacer conexiones por tuberías entre zonas que "no tengan agua no potable o directamente, ningún agua", para garantizar riego en la mayor parte de zonas verdes públicas o privadas.

Anuncian, además, que durante la manifestación, que parte a las 18 horas de este viernes desde Plaza de la Marina, repartirán 700 plantas a los malagueños.