Los gatos pueden pasarse gran parte del día durmiendo, por lo que es fundamental que dispongan de una cama cómoda para que cuando decidan descansar, ese sueño sea reparador.

Claro que el mercado ofrece una gran variedad de camas para gatos y, cuando vamos a comprar una al que acabamos de adoptar, o cuando nos disponemos a sustituir la de nuestro pequeño felino, puede ser algo complicado elegir la que compremos. Vamos a ver, por lo tanto, los aspectos en los que debemos fijarnos antes de adquirirla, que pueden leerse en Tienda Animal:

Las características que tendrá según la edad y el tamaño de nuestro gato

Si acabamos de adoptar un pequeño gatito que esté en las primeras semanas de su vida sería interesante que la cama contase con algunos accesorios con los que este pueda entretenerse; sin embargo, si nuestro felino ya es adulto, deberíamos elegir una en la que el aspecto que destaque sea la comodidad. Además, su forma debe permitir que nuestra mascota pueda entrar y salir con facilidad.

El tamaño de nuestro felino, y su postura al dormir, marcarán las dimensiones de la cama que debemos comprarle. Normalmente a los gatitos les gusta dormir enroscados, por lo que esta no debería ser excesivamente grande; sin embargo, otros prefieren descansar estirados, ocupando más espacio. De cualquier manera, entre nuestra mascota y el borde de la cama tendría que haber unos 5 centímetros.

La importancia del material y la textura

El material del que esté hecha la cama igualmente es un aspecto fundamental; debe ser resistente, para que aguante los arañazos de nuestra querida mascota, además de los lavados que, con frecuencia, llevaremos a cabo.

Además de ser suave y cómoda, la cama debe destacar por ser blanda, adaptándose a la figura de nuestro gato. Debemos tener en cuenta también que si nuestra mascota pesa mucho, el relleno de la cama sea denso, para que al tumbarse no se hunda demasiado.

Igualmente sería interesante que la cama cuente en sus extremos con barreras protectoras, así nuestro felino no se caerá a los lados, ya que seguramente preferirá que la coloquemos en una posición elevada, pues a los gatos les encanta estar en las alturas para que no se les escape ningún detalle de lo que ocurre en el hogar.

Algunos tipos de cama

Seguramente, cuando pensamos en camas para gatos, a todos se nos viene a la mente la redonda, que es perfecta para los gatitos que suelen dormir enroscados, aunque hay otras opciones igualmente interesantes.

En verano, un tipo de cama muy aconsejable para nuestro gato, siempre que no sea muy mayor, es la que queda pegada a una ventana. Nuestro felino podrá observar lo que ocurre por la calle. En invierno, por su parte, destacan las que se colocan en el radiador, para que la mascota aproveche el calor que este desprende.