Los municipios de la Costa del Sol han ahorrado entre un 25% y un 35% de agua en los últimos 2 meses con respecto al pasado año, una reducción marcada por las restricciones aplicadas para combatir la situación de sequía como la reducción de la presión nocturna o las limitaciones en el riego y el baldeo.

Así se puso de relieve en el encuentro de alcaldes ‘La Costa del Sol ante la escasez hídrica. Experiencias y soluciones para hacer frente a la sequía’, organizado por el grupo Joly junto con la empresa de aguas Hidralia el pasado martes, al que asistieron los regidores de Estepona, Benahavís, Manilva, Rincón de la Victoria y Casares.

En la cita se analizaron diversas cuestiones que afectan a la situación actual de escasez hídrica como las soluciones relacionadas con la innovación y la digitalización de las redes de abastecimiento para evitar las fugas, la búsqueda de fuentes alternativas, la renovación de las infraestructuras, la concienciación ciudadana o las medidas restrictivas aplicadas en los últimos meses.

Estas ultimas han permitido en los últimos meses un ahorro de agua en algunos municipios de la Costa del Sol de entre un 25% y un 35% entre marzo y abril con respecto al pasado año, debido a las prohibiciones de usar agua potable para el riego o el baldeo o la bajada de la presión nocturna en el caudal, a excepción de Benahavís, cuya disminución se ha calculado en un 50%, según comentó Hidralia, que estuvo presente en el encuentro.

En el caso de los ayuntamientos, Rincón de la Victoria ha ahorrado de julio a octubre de 2023 371.000 metros cúbicos, lo que supone una “disminución del consumo del 21,58%” respecto a 2022, según destacó el alcalde, Francisco Salado, mientras que en Estepona se ha registrado una disminución de “entre un 30 y un 35% interanual”, apuntilló el regidor, José María García Urbano.

En Benahavis, el primer edil, José Antonio Mena, señaló que el municipio ha registrado en los últimos 4 meses un ahorro del 50%, derivado principalmente de las medidas restrictivas impuestas para combatir la sequía relativas al riego, al contar la localidad con numerosas zonas verdes, al tiempo que en Manilva ha rondado el 10%, agregó el primer edil, José Manuel Fernández.

Medidas para paliar la escasez hídrica

Sobre la mesa se expusieron las medidas que han aplicado los distintos ayuntamientos para garantizar el suministro, destacando el alcalde de Benahavís la apuesta de la localidad por el uso del “agua regenerada” al basarse la economía local en el “turismo residencial”, para lo que aboga al contar con la Estación de Tratamiento de Agua Potable  (ETAP) de Estepona por “construir una segunda red o tubería para, una vez que consigamos las autorizaciones de la Junta, el riego de los privados, aparte de los campos de golf y los públicos”. El fin es “sacar de nuestra red un 50% del consumo del municipio que es para el riego”, según los estudios de Aguas de Benahavís. “Otro punto fundamental es la educación y concienciar a la población de que los recursos hídricos son limitados”, agregó el primer edil, al tiempo que apuntó a “las pérdidas en las redes”, por lo que incidió en la necesidad de invertir en “obras hidráulicas” para reducirlas.

El alcalde de Benahavís, José Antonio Mena.

En el caso de Estepona, su alcalde, José María García Urbano, puso el acento en “la determinación para tomar decisiones y ejecutarlas”, a lo que añadió la “pedagogía social”, destacando que “las medidas restrictivas de los últimos meses han provocado ahorros de casi un 30% o un 35% en el consumo”. La “generación de nuevos recursos hídricos” pivota la política local en este sentido con la creación de una desaladora, señaló el regidor, quien apuntó al mar y a la desalación como fuente de abastecimiento con “soluciones técnicas, energéticas y sostenibles”. Según destacó, la futura estación desalobradora “tendrá una capacidad para generar 3.000 metros cúbicos en mayo, en junio la primera desaladora tendrá capacidad para 8.000 más y en 2025 podremos generar entre 20.000 y 30.000 metros cúbicos”, siendo “el consumo que necesita Estepona”. Además, resaltó las obras “soportadas con un canon de mejora”.

El alcalde de Estepona, José María García Urbano.

El alcalde de Manilva, José Manuel Fernández, señaló que “hace falta tomar decisiones, ser valientes e irnos a buscar recursos hídricos”, indicando que el municipio ha incidido para afrontar la sequía en “la concienciación ciudadana” o en “la puesta en funcionamiento de pozos abandonados desde 2005 por falta de recursos” como uno en La Colonia, del que se espera “obtener 8 litros por segundo”. Asimismo, mencionó el avance desde ese año en la reducción de las “fugas de agua” por “encima del 82%” actualmente, así como  apeló a la “solidaridad” entre municipios.

El regidor de Casares, Juan Luis Villalón, destacó un “experimento piloto” puesto en marcha en el municipio con “el desarrollo de una urbanización que tiene en cuenta los aspectos meteorológicos y naturales, la reutilización de las aguas grises y las pluviales para el riego de los jardines o del sol y el aire, con el objetivo de poner en marcha un nuevo modelo de desarrollo más eficiente”. Por otro lado, invitó a “reflexionar sobre el modelo de la Costa del Sol, acompasado con los recursos que tenemos”, así como a “repensar hábitos del día a día de los ciudadanos para tener un ahorro en los recursos hídricos”. También hizo alusión a la necesidad de que las administraciones legislen y obliguen a que los campos de golf y la agricultura rieguen con “agua regenerada” y a fomentar la “educación social”.

El alcalde de Casares, Juan Luis Villalón.

Por su parte, el alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, puso el énfasis en “seguir invirtiendo en la red de abastecimiento, en buscar recursos hídricos y más capacidad en los embalses” para garantizar “el suministro en la Costa del Sol para el consumo humano y la economía”, además de apuntar a la “concienciación para seguir ahorrando agua”. Además, destacó la “falta de infraestructuras hídricas durante más de 40 años”, por lo que ve la situación actual como una “oportunidad” para desarrollar aquellas por las administraciones y para fomentar la “concienciación”.

En cuanto a la reducción de las fugas de agua en la red, especificó que en Rincón “estaban en más del 40%”, mientras que en la actualidad “están por debajo del 20%, con una eficiencia de más del 80%”, en un municipio que “no tiene recursos hídricos propios” y se abastece principalmente del embalse de La Viñuela y del sistema del Guadalhorce. Asimismo, señaló que “se ha aumentado la capacidad de almacenamiento con un deposito en el río Granadilla” y junto a ello, la ciudad trabaja con la Administración autonómica en la tubería del Peñón del Cuervo que lleva “agua reciclada a los regantes de la costa de la Axarquía” para “hacer una toma para el riego de los jardines”, además de “la puesta en funcionamiento de 5 pozos abandonados”.

El alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado.

Al mismo tiempo, recordó que la ciudad tomó en 2022 “medidas drásticas” como el corte de las duchas de las playas, “optimizar el riego de los jardines a través de agua potable o goteo” y usar “agua no potable para el baldeo”, con las que “se ahorraron 30.000 litros de agua diarios”. En este sentido, detalló que en los últimos 4 meses Rincón ha ahorrado “373.000 metros cúbicos” gracias a las restricciones, “algo más del 21% de lo que consumíamos en 2022”.

En su intervención, el alcalde resaltó las obras de la Junta de Andalucía de “interconexión, la búsqueda de pozos, la potabilizadora y trabajar en el uso del agua terciaria”, mientras que al Gobierno central exigió “la desaladora de la Axarquía, ampliar la de Marbella o la que corresponde a la zona de Fuengirola y Mijas”, destacando que tiene que ser la Administración autonómica la que “tiene que coger el toro por los cuernos y coordinar cómo se van a colocar” las desaladoras y “agilizar al máximo los trámites”.

Intervenciones de la Diputación de Málaga

En cuanto a las actuaciones implementadas por la Diputación de Málaga, el también presidente de la institución recordó que se obliga a los ayuntamientos en los distintos “planes específicos” a destinar fondos a “la mejora de la red de abastecimiento” para reducir las fugas, apuntando los primeros estudios en municipios menores de 20.000 habitantes a pérdidas de “7 hectómetros cúbicos al año”. A ello añadió la presentación a los Fondos Next Generation de un programa por 10 millones para “la digitalización del control del agua” y “detectar fugas y el consumo” en más de 70 localidades menores de 20.000 habitantes.

Además, para este año señaló que hay “15 millones puestos a disposición con la Junta para inversiones, estableciéndose poner una “desalobradora en aguas regeneradas de la Axarquía” y “actuaciones en algunos pozos”. A ello agregó “la inversión en pequeños municipios mejorando la depuración de 24 depuradoras, con más de 10 millones de euros”, un recurso que “no se puede usar para el riego, pero que se está vertiendo en los arroyos quedando un caudal ecológico y la recarga de los acuíferos”.

Por otra parte, durante el encuentro se apuntó a la búsqueda de recursos alternativos y nuevas fuentes de captación mediante la recuperación de acuíferos y la realización de nuevos sondeos, destacando Salado que en coordinación con la Junta de Andalucía se están buscando “nuevos sondeos en nuevos acuíferos”.

Ordenanzas y sanciones

La aprobación de ordenanzas que regulen el uso eficiente del agua y establezcan sanciones es otro de los aspectos que salieron a colación en el encuentro, como es el caso del Rincón de la Victoria, que recientemente ha aprobado una normativa.  Al hilo de ello, el alcalde puso de relieve la “gran inversión” que se va a acometer en los próximos años para “la digitalización y la telelectura”, una idea que secundó el munícipe de Benahavís.

En líneas generales, Salado apuntó que “el agua va a subir en toda la provincia por los costes energéticos y de la desalación”, subrayando que “es cada vez un bien más escaso y producirla para el consumo es cada vez es más caro”. En este sentido, indicó que “en las ordenanzas tendremos que ver cuál es el consumo necesario para las familias, que sea asequible, y los excesivos que se determinen que son secundarios”.

El alcalde de Manilva, José Manuel Fernández.

Por su parte, el alcalde de Manilva valoró que “los ayuntamientos tienen que ser valientes y empezar a perder el miedo a trasladar a los vecinos esos costes que tenemos, que son importantes. Quién consume en exceso o derrocha, paga”, enfatizó. Por su parte, Villalón apuntilló que “los grandes consumos tendrían que tener una penalización para concienciar a los ciudadanos”.

Desaladoras portátiles

También se abordó en la cita el sistema de desaladora portátil como una solución a corto y medio plazo a la sequía, destacando el alcalde de Estepona que es “la más rápida, la más barata y la más eficiente”, con un “coste razonable y asumible”. El regidor incidió en que acompañando a esta instalación de un “parque fotovoltaico”, el coste de producción “es más barato que las desaladoras tradicionales”, mientras que “la salmuera tiene aprovechamiento industrial”.

Salado apuntó que “el futuro en la Costa del Sol son las desaladoras porque cada vez llueve menos”, aunque remarcó que en Rincón de la Victoria “está complicado porque los 7 kilómetros de litoral están saturados, no tenemos hueco”. La medida se está estudiando en Manilva, mientras que Villalón consideró que “no es la instalación más sostenible pero en una situación de emergencia es la más eficaz o inmediata”, abogando por que “sería más respetuoso y sostenible que todos tuviéramos una estrategia común”.