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La sanidad privada empieza a tocar techo en Sevilla

Dos personas caminan en dirección a la entrada a las Urgencias de un centro hospitalario privado en Sevilla.

Dos personas caminan en dirección a la entrada a las Urgencias de un centro hospitalario privado en Sevilla. / José Luis Montero

El aumento de los seguros privados de salud es imparable, como también lo es el cambio de la cultura sanitaria. La cada vez más extendida necesidad por parte de los usuarios de una asistencia sanitaria del aquí y ahora, de la que alertan los propios profesionales, que advierten del aumento de visitas a las urgencia con pronósticos banales, unido a la dificultad de acceso a las citas programadas, con demoras, no en pocos casos, muy dilatadas en el tiempo, ha provocado que cada vez más sevillanos se pasen a la sanidad privada en busca de una asistencia rápida y de calidad.

Las cifras de la patronal del seguro, Unespa (la Asociación Empresarial del Seguro), así lo indican. Más de medio millón de sevillanos cuenta a día de hoy con un seguro privado de salud. Son 512.588 vecinos de la provincia que, teniendo en cuenta que representan, en su mayoría, habitantes de la capital y el área metropolitana, que son los que tienen más fácil acceso a los grandes hospitales y centros de la sanidad privada, podríamos estar perfectamente hablando de una de cada dos personas aseguradas en esta zona de la provincia y de uno de cada cuatro en el conjunto de la geografía sevillana. 

Es más, circunstancias como la vivida en el año 2020 con el estallido de una pandemia sanitaria sin precedentes recientes, y que evidenció las carencias de la sanidad pública, disparó esta moda, provocando que, sólo en los últimos cuatro años, se hayan abonado a un seguro privado 66.539 sevillanos. Con todo, la tendencia creciente venía de mucho antes. Tanto bajo gobiernos del PSOE como del PP, las pólizas de salud no han parado de crecer en la provincia hasta el punto de que el número de personas que complementa el cuidado de su salud con un seguro privado ha crecido en Sevilla casi un 30% en la última década, desde los 365.517 asegurados del año 2013. Por su parte, después de 2020 y 2021, marcados por la pandemia, 2016 fue el año en el que más crecieron los seguros de salud privados respecto al año anterior en la provincia.

¿Las razones? Diversas según quien analiza la situación. Aunque en los últimos años han sobresalido más las fortalezas, los posibles techos de la sanidad privada que reflejan los datos de crecimiento pueden ser, precisamente, desencadenante de aquello que tanto la hizo crecer en los últimos años. Es decir, la saturación sostenida en el tiempo de la sanidad pública, tanto de hospitales como de centros de atención primaria y, en especial, de sus servicios de urgencias, ha provocado un trasvase de pacientes a la sanidad privada, que ve cómo aumenta cada vez más su presión asistencial y, en consecuencia, empieza a asumir también una saturación en la asistencia, con el consiguiente aumento de las listas de espera en determinadas especialidades, unido a una reducción del tiempo dedicado por los profesionales a los pacientes en las consultas. Es decir, al empezar a perder esa esencia de la inmediatez en la asistencia que siempre la ha caracterizado por el elevado número de pacientes, quizás haya empezado a perder atractivo para aquellos que todavía se estaban pensando sacarse un seguro.  

Además, sobrevuelan los efectos del malestar de los médicos que pasan consultas privadas, que desde hace años se quejan de lo mal remuneradas que están por parte de las aseguradoras y que en los últimos tiempos se han unido para intentar revertir la situación, rechazando pacientes de grandes compañías aseguradoras en señal de protesta por tener tarifas congeladas desde hace 25 años. Según sus propios argumentos, los médicos privados han suplido esa pérdida de poder adquisitivo con jornadas maratonianas para poder ver más pacientes y con menos tiempo por cada enfermo para estirar las horas. El descontento y enfado atraviesa todo el país, pero la provincia de Sevilla fue la primera en decir basta a finales del 2023. 

Así, entre las "costuras" de la sanidad privada que señala el doctor Guerrero está el boom de las pólizas de salud low cost"Hoy en día es posible que toda la familia tenga acceso a una consulta privada por 50 euros al mes. Todo ello hace que tengamos picos en el área de urgencias, con unas esperas muy superiores a lo habitual, y se están dando casos de listas de espera con el especialista en grandes centros hospitalarios privados, incluso, superiores a las de la pública. Quieren ganar mucho dinero vendiendo un producto muy barato que han dado como resultado un sistema muy saturado y estresado y, la peor consecuencia, es que puede morir de éxito", explica.

Otro de los motivos detrás de esa frenada en el crecimiento de nuevas pólizas sería ese abandono de algunos profesionales a la atención de pacientes asegurados con grandes compañías por ese conflicto abierto con las empresas por sus bajos honorarios. "Son ya muchos de los mejores médicos de Sevilla que han dejado de ver pacientes asegurados. Se están yendo del sistema de compañías. Y, todo, porque 25 de cada 100 euros que se paga por póliza son beneficios para ellas, mientras el médico pasa consulta por siete o diez euros. Como consecuencia, muchos pacientes se estén borrando del seguro porque ven cómo están pagando una cantidad de dinero al mes para que luego no puedan acceder al médico que ellos quieren porque no tiene compañía. Lo he podido comprobar en mi propia consulta", afirma. "Lo que hacen es que van a la consulta médica con dinero privado, pagando su consulta. Esto está pasando con la mayoría de la población mayor, para los que las pólizas no son tan baratas y les ponen muchas limitaciones. Y eso también está detrás de ese menor crecimiento en los últimos dos años", añade.

Por su parte, la patronal de seguros Unespa sostiene que el éxito de los seguros privados de salud se debe a su comercialización "con precios competitivos y accesibles, una oferta disponible amplia y sus características diferenciales". Defiende que la sanidad privada y la pública "no son rivales, sino que se complementan". Igualmente, destaca el ahorro para el sistema público tanto en carga de trabajo como en costes. 

En esta línea, portavoces de la organización recuerdan que en España hay 12,4 millones de personas con seguro de salud privado "y que, por lo tanto, no consumen los servicios sanitarios públicos" con el consiguiente ahorro de costes para el sistema público. "El seguro médico se distingue por ser un producto que la gente utiliza de manera recurrente. Esto le otorga una fortísima sensación de servicio entre sus clientes, que es resultado de que los mismos generan relaciones de confianza con los médicos y los centros donde son atendidos", argumenta la patronal.

En un ranking, Madrid (40,5%), Cataluña (34%) e Islas Baleares (32,5%) son las comunidades que encabezan la lista con más porcentaje de población con seguro de salud privado. Por el contrario, las comunidades autónomas en las que sus habitantes menos recurren a la sanidad privada son Navarra (12%), Cantabria (13%) y Murcia (14%).

Para concluir, Unespa también indica que una de las razones del incremento de esto seguros es que muchas empresas lo han incorporado como "concepto retributivo complementario". Es, según la organización, "uno de los beneficios sociales más valorados entre la plantilla", siendo una herramienta de "atracción y retención de talento".

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