El AVE Málaga-Madrid cumple diez años. Una década después de que el 24 de diciembre de 2007 echase a andar el primer tren de alta velocidad que conectaba en poco menos de dos horas y media la capital de la Costa del Sol con el centro de la península, son ya más de 75.000 las circulaciones que han unido ambos territorios y unos 20,5 millones los viajeros transportados. Los datos, dados a conocer ayer por el Ministerio de Fomento, ponen de manifiesto el valor cuantitativo y cualitativo que la construcción de esta infraestructura ferroviaria (la primera piedra se puso en 2001) tiene para la provincia de Málaga. De hecho, su puesta en servicio (en un escenario de desarrollo de otras inversiones como la ampliación del aeropuerto, la hiperronda, la autopista de Las Pedrizas, entre otras) es símbolo del salto a la modernidad dado por este territorio.

La inauguración de esta conexión supuso un antes y un después en la toma de decisión de los usuarios sobre cómo moverse en la media y larga distancia. Si con los Talgo 200, los que funcionaban antes del tren de alta velocidad, la cifra de pasajeros podía rondar los 600.000 al año, solo en el primer ejercicio de explotación del AVE el dato se multiplicó por tres. Y este crecimiento, salvo los años más tocados por la crisis económica, ha sido constante hasta este mismo 2017. De acuerdo con los datos manejados por Renfe, compañía responsable de su gestión, el presente ejercicio cerrará con 2.442.000 pasajeros, lo que supone un 3,8% más que en 2016. La gran mayoría de ellos (73%), de puerta a puerta, es decir, desde la estación María Zambrano hasta Atocha, y viceversa.

Pero el AVE a Madrid trajo consigo la apertura de territorios hasta ese momento ciertamente alejados, mejorando de manera sensible los tiempos de viaje, caso de Barcelona, Zaragoza, Tarragona, Lleida, Ciudad Real, Valencia, Córdoba o Sevilla, entre otros. A la fecha del 24 de diciembre de 2007 hay que sumar la de febrero de 2008, cuando se prolongó hasta Málaga el servicio Avant que hasta entonces cubría la relación Sevilla-Córdoba (trenes de alta velocidad para trayectos de media distancia).

En enero de 2009, Renfe puso en marcha los AVE directos entre Barcelona y Málaga, sin parada intermedia en Madrid, aprovechando la construcción del baipás ferroviario en Torrejón de Velasco que permitía continuar el trayecto hacia Aragón y Cataluña sin necesidad de entrar en la capital de España. Este nuevo trayecto supuso acortar el tiempo de viaje con Barcelona hasta las 5 horas 40 minutos. Y en junio de 2013 le tocó el turno a los trenes directos con Valencia los fines de semana. Toda esta red de alta velocidad, con origen o destino en la capital malagueña, ha sido utilizada en estos diez años por 27,5 millones de viajeros.

Junto al crecimiento en el número de personas que hacen del tren su medio de transporte, hay que añadir una evolución del perfil del usuario del mismo. En el caso de las conexiones con Madrid, la llegada del AVE ha hecho que los motivos del viaje hayan pasado del familiar y el turístico al trabajo y negocio en más del 50% de los casos. Desde Fomento destacan, además, que los últimos estudios de calidad realizados ponen de relieve que el cliente del AVE en Andalucía se declara fiel a este modo de transporte y no se plantea elegir otro a la hora de realizar el mismo trayecto.

Y ello implica que una mayoría recomiende el tren como el mejor medio de transporte para trayectos de larga distancia y le otorgue una valoración de 8,28 puntos en una escala de 0 a 10. El índice de satisfacción con este servicio en su conjunto es de 8 puntos sobre 10. Es igualmente reseñable que de los viajeros que han utilizado los servicios de Alta Velocidad-Larga Distancia en 2017 en Andalucía, el 80% se ha beneficiado de algún tipo de tarifa con descuento, siendo la Ida y Vuelta y la tarifa Promo las opciones más vendidas.