Menos de un mes después de haber acordado la suspensión cautelar de los artículos de la Ordenanza de Movilidad de Málaga que impiden a las bicis circular por las aceras y zonas peatonales, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) da marcha atrás. En un auto fechado el pasado 2 de junio, el Alto Tribunal asume las tesis defendidas por el Ayuntamiento de la capital en el recurso que interpuso contra su primera resolución, desechando los argumentos mantenidos por el colectivo de Ruedas Redondas.
De acuerdo con el contenido del auto, el TSJA valida el argumento municipal de que los artículos de la norma que fueron objeto de suspensión cautelar no eran otra cosa que la adaptación de la ordenanza a la normativa estatal. "Podemos corroborar que los artículos de la Ordenanza municipal objeto de suspensión (artículos 23 y 24) suponen la adaptación de la misma a la normativa estatal de aplicación, sin que invoque la parte actora vicio alguno de supuesta nulidad y sin que haya constancia de que se ha anulado acto idéntico jurisdiccionalmente", se señala de manera literal.
Una circunstancia que, a ojos de la Sala del Contencioso-Administrativo, hace "innegable" que la competencia regulatoria del Ayuntamiento "es limitada, en tanto que depende de la Ley de Tráfico y su Reglamento, a las cuales no puede contradecir".
"El perjudicado es el peatón, que puede verse continuamente sorprendido, con el riesgo objetivo que también para ellos supone el tránsito de bicicletas"
A este primer elemento de juicio hay que sumar que, según constata el Consistorio, en ese asunto "no ha existido una previa valoración circunstanciada de todos los intereses en conflicto". "Si bien los ciclistas pueden sentirse vulnerables al circular por la calzada, en contraposición, la adopción de la citada medida de suspensión se olvida del riesgo objetivo que para los peatones supone el tránsito de bicicletas en las zonas reservadas para estos", sostiene la representación municipal.
Para la sala, si bien desplazar las bicicletas a la calzada "implica un riesgo de dichos conductores que se encuentran en situación de desventaja con los vehículos de motor, existiendo el elevado riesgo de accidente", también es cierto que por las aceras "el perjudicado es el peatón, que puede verse continuamente sorprendido, con el riesgo objetivo que también para ellos supone el tránsito de bicicletas".
La incidencia de esta resolución es en la práctica menor, por cuanto a pesar del auto inicial el Ayuntamiento mantenía el control y la prohibición del uso de la bici en los espacios peatonales. En cualquier caso, invita a pensar que la decisión final del TSJA será favorable a los intereses del Ayuntamiento. Los artículos que fueron suspendidos de manera cautelar, medida ahora levantada, eran el (Zonas de circulación) y 24 (Condiciones de circulación).
Desde el colectivo Ruedas Redondas, su presidente, José Luis Martín, ha valorado que más allá de que haya o no medidas cautelares, "el problema de fondoe persiste". "Circular compartiendo espacio en grandes avenidas con los vehículos a motor no fomenta ni impulsa la bicicleta", ha argumentado a este periódico, lamentando que actualmente “estemos en el mismo punto de partida del 20 de enero”. “Hay que seguir trabajando para tener una red provisional segregada hasta que e tengamos completa la red de carriles de la ciudad”, ha apostillado.
Para esta asociación, la actual ordenanza "coloca al ciclista en una situación de peligro real y efectivo de su vida, pues obliga a compartir el mismo carril destinado a circular con los vehículos a motor, y todo ello sin más protección para el ciclista que la limitación de velocidad de éstos a 30 km/h".
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios