La fiesta de verdiales es el patrimonio cultural inmaterial más ancestral de Málaga. Y el más propio, el que durante siglos ha definido la forma de sentir y vivir de las gentes del campo. Trasladado de generación en generación de forma oral, no tuvo un lugar de aprendizaje hasta los años 80, cuando se crearon las escuelas. Sin embargo, hasta el momento no ha existido ningún título que avalase a los formadores de estos centros.

Ahora que la Junta de Andalucía se ha planteado que los verdiales entren en los colegios como materia curricular, se hacía necesario una certificación. El próximo septiembre comenzará esta formación de dos años coordinada por el Consejo Internacional de la Danza de la Unesco.

Un total de 25 plazas se han puesto a disposición de los interesados y ya se han presentado 28 inscripciones, entre los que se encuentran alcaldes de pandas. El 12 de abril finaliza el plazo y los integrantes del curso se seleccionarán en función de su antigüedad en la fiesta y de la fecha en la que realizaron la solicitud.

Se trata de un curso de 150 horas que tendrá actividades obligatorias como la participación en la Fiesta Mayor de Verdiales, en la Ermita de las Tres Cruces y la Virgen de Jeva, además actividades complementarias como la participación en congresos nacionales y asistencia a las jornadas de desarrollo del patrimonio cultural inmaterial en Castilla la Mancha. También tiene créditos universitarios.

Una panda en el recinto ferial del Puerto de la Torre el pasado diciembre.

“Se lleva buscando desde hace dos años para intentar dar certificaciones oficiales a los fiesteros antiguos que están dando clase en las escuelas, han estado o tienen una larga trayectoria en la fiesta de los verdiales”, explica Luis Rojas Zambrano, coordinador del programa y miembro del Consejo Internacional de la Danza (CID) de la Unesco.

“Cuando la Junta de Andalucía ve la posibilidad de que los verdiales entren en los centros docentes, vimos que las personas que tienen el conocimiento no contaban con ninguna acreditación ni titulación”, agrega el experto. Desde el CID se decidió buscarle una solución. Se gestó un programa docente, una programación didáctica y el comité científico del organismo, en base a los criterios de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, perfiló las bases de esta certificación.

En los primeros pasos estuvo presente la Federación de Pandas de Verdiales, que fue la que puso en contacto al Consejo de Danza con los monitores de las escuelas, asegura Rojas Zambrano. “Llega un momento en el que se desmarca por una diferencia de criterio en el estilo seleccionado por el Consejo Internacional”, indica el coordinador. La programación consta de una parte troncal con aspectos pedagógicos, aspectos generales de la fiesta, tanto socioeconómicos como culturales y la parte específica versa sobre el estilo Almogía.

Juan Navarro, Juan Majallana y Luisa Algar, los docentes

“Según el consejo científico son las que están en mayor peligro de extinción a pesar de tener un ámbito geográfico más extenso que los otros dos”, apunta Luis Zambrano. Y subraya que el equipo docente lo conforman Juan Navarro, que tiene el primer premio al baile en los tres estilos en la Fiesta Mayor de Verdiales, la titulación de la Universidad Rey Juan Carlos como especialista en Danza Tradicional de Andalucía y la titulación más alta dentro del CID Danza Tradicional de Andalucía nivel 10, Juan Majallana, primer docente en una escuela municipal de verdiales de todos los instrumento y maestro del 80% de los verdialeros y la doctora triple cum laude Luisa Algar Pérez-Castilla, que forma parte del comité científico de D+I, miembro del Consejo Internacional de Danza.

El curso se impartirá en la Asociación Folclórica Cultural Juan Navarro de Torremolinos. “Debería de haber sido en la Federación de Pandas, pero no se puede porque la escuela autorizada por la Unesco tiene que tener sede propia o en sesión exclusiva y la Federación no tiene instalaciones para ello”, indica el coordinador y apunta que “a raíz de esta certificación se da luz verde a iniciar el expediente de la declaración de los verdiales como patrimonio cultural inmaterial”.

La Federación dice que en 40 años no se ha exigido titulación

En la Federación de Pandas de Verdiales no ha sentado bien la puesta en marcha de la iniciativa que dará las certificaciones para poder enseñar los verdiales. “Las clases las han impartido expertos en los distintos instrumentos, fiesteros que tenían suficiente conocimiento para transmitir su propia sabiduría, era una cuestión de transmisión oral de la experiencia, como se ha hecho en las escuelas durante 40 años”, dice José Molina, secretario de la Federación de Pandas de Verdiales. Y subraya que “jamás se ha hablado de la exigencia de una titulación”.

Ni la Diputación Provincial ni los ayuntamientos, los financiadores de estas escuelas gratuitas para todas las edades, han solicitado hasta ahora a los monitores un certificado. “Nunca se habló ni remotamente de la necesidad de tener una titulación para impartir estas clases, en la Federación sabemos de los conocimientos de los fiesteros y de sus facultades para derivar este conocimiento”, incide Molina.

La Federación considera “un ataque frontal a la fiesta de verdiales, porque llevamos 40 años enseñando sin ese título”. Y agrega que “si alguna vez las instituciones que patrocinan las escuelas exigieran una titulación sería la Federación de Pandas la que expidiera este título, que tiene que salir desde dentro del mundo de la fiesta representado por la Federación de Pandas”.