Málaga

Todas las fases de la ocupación histórica del solar del Astoria, en Málaga

  • La memoria pone de relieve la importancia del emplazamiento en la historia de la ciudad 

  • Los sondes geoarqueológios encontraron restos fenopúnicos bajo los niveles romanos

Extensión de la excavación arqueológica realizada en la parcela del Astoria.

Extensión de la excavación arqueológica realizada en la parcela del Astoria. / Javier Albiñana

La resolución dictada por la Delegación de Cultura sobre los restos arqueológicos encontrados en el solar del Astoria recoge de manera detallada la excavación realizada en la parcela, impulsada en un momento en que el Ayuntamiento de Málaga mantenía la apuesta decidida por permitir la construcción de un edificio privado con un auditorio soterrado de dos plantas. Una propuesta que, ante la importancia de los hallazgos, ha sido descartada, abriendo la puerta a un equipamiento público. 

De acuerdo con la dirección arqueológica, en esta estratégica parcela de la Plaza de la Merced se han secuenciado varias fases de ocupación. Esta es la información extraída de cada una de ellas.

Etapa romana

La más antigua de todas es de época romana altoimperial y responde a un nivel que presenta material cerámico -principalmente ánforas- que es adscrito a los siglos I-II d.C. A esta misma cronología responden las tumbas localizadas al norte y sur de la parcela. Éstas, orientadas en sentido este-oeste, son de inhumación en fosa rectangular revestida con bastidor de ladrillo y cubierta de tégulas dispuestas en plano.  Las localizadas al sur presentan restos de un remate en opus signinum, en forma de media caña, que se asocia a la tipología de tumbas en mensae, relacionadas con el intento de monumentalización de la estructura. 

También pertenecen a esta fase dos retazos de un muro realizado con grandes mampuestos, sobre una cimentación de grandes cantos, que aparecen al este del solar, en dirección norte-sur y asociados a un pavimento de arcillas con gravas muy compactado y regular, cuya funcionalidad no se puede determinar por la fuerte afección provocada por una fosa posterior y una de las cimentaciones del hospital, pero que se relaciona con un camino de salida de la urbe por el norte. 

Al siglo II se adscribe la pileta de opus signinum localizada al norte de la parcela, que presenta una gran poceta y un escalón, producto de una remodelación. La pileta parece estar aislada y apoya en dos construcciones de mortero y mampostería. Aunque estas estructuras están muy afectadas por un gran pozo del siglo XVI y los estratos que las amortizaban, apoyan en otras anteriores que se prolongan hacia el norte, entre las que se constatan dos tabiques de ladrillo haciendo escuadra asociados a un pavimento de ladrillo, a su vez, superpuestos a un pavimento empedrado.

La fase romana aparece colmatada por varios niveles deposicionales de matriz arcillosa con elementos arenosos, que se alternan con estratos de gravas y arenas, y contienen material cerámico romano altoimperial e islámico (siglo IX-X) que marcan el tránsito a la fase medieval. 

Etapa medieval

El primer momento medieval detectado corresponde a finales del siglo X-XI (califal-hammudí). Aparece representado por varias fosas de extracción de arcilla para la producción alfarera que se excavan en el depósito de arcillas de color anaranjado de época romana y aparecen rellenas con gravas y arenas, restos de arcilla, piedras, mortero y material cerámico de época romana y de finales del siglo X-XI. 

Sobre las fosas se construyen estructuras murarias que definen espacios rectangulares distribuidos de forma ortogonal en torno a dos hornos de cocción cerámica. De las estructuras solo se conservan las cimentaciones de mampostería; de los hornos, en uno de los casos se conserva la cámara de combustión con paredes de adobe y pilares de adobe y pequeños mampuestos, así como la boca de carga abierta al oeste y conformada por una bóveda también de adobe; del otro horno se mantiene un pequeño resto de la base de la cámara de combustión. 

Restos encontrados en la parcela de los antiguos cines. Restos encontrados en la parcela de los antiguos cines.

Restos encontrados en la parcela de los antiguos cines. / Javier Albiñana

Este alfar es amortizado por depósitos que contienen materiales cerámicos del siglo XII y que dan paso a niveles de época nazarí. "En este momento hay un cambio radical en las características de la ocupación ya que se implanta el uso doméstico del espacio, que se urbaniza a partir de la construcción de calles", expone el documento.

Unas calles que se documentan en dirección norte-sur a lo largo de toda la parcela y en dirección este-oeste, al sur. Están definidas por dos muros paralelos entre los que se conservan algunos restos de pavimento, realizados con fragmentos cerámicos y mortero; presentan albañales en el centro y numerosos pozos de mampostería para la evacuación de las aguas residuales, ubicados a la altura de las distintas viviendas. 

La disposición de las calles permite el trazado de manzanas ortogonales donde se establecen las viviendas. Éstas aparecen distribuidas en torno a patios centrales con un pozo cerámico de agua, un alcorque y un andén perimetral. Tienen zaguán de acceso que, en algún caso, se aprovechaba para el establecimiento de una tienda. Junto a la calle, se localiza la letrina, detectada a partir del pozo conectado al de la calle por una atarjea. Se han identificado también las cocinas con sus hogares, algunas con alacenas realizadas con ladrillo; así como habitaciones con alhanías, con la doble función de salones o dormitorios. 

Los pavimentos registrados están realizados con mazaríes o mortero de cal, algunos con pintura a la almagra. La cimentación de las viviendas es de mampostería con arcilla y aunque no se han conservado los alzados se ha observado la presencia de algunos muros con paredes de mortero de cal y el interior de tapial/tierra. También se ha documentado la presencia de pequeños callejones entre viviendas, así como las remodelaciones realizadas en las viviendas durante su periodo de uso. 

Edad moderna

El paso a la Edad Moderna se documenta en el nordeste de la parcela donde se constata la presencia de un importante conjunto de enterramientos que por sus características se relacionan con los conquistadores cristianos de la ciudad islámica. Así, aunque muchos de los restos están en posición secundaria debido a las alteraciones de fases posteriores, los enterramientos conservados in situ se localizan en el interior de las casas nazaríes y sobre sus pavimentos; las inhumaciones se realizan en una fosa común pero con los cuerpos alineados, en posición decúbito supino y orientación sureste-noreste, apareciendo hasta en tres niveles superpuestos. 

En el resto del solar, la fase nazarí aparece colmatada con un depósito que nivela el terreno y que contienen restos de material constructivo y restos de fuego, así como materiales cerámicos que incluyen, junto con el ajuar típico nazarí de los siglos XIV-XV, abundantes cuencos de conquista y cerámicas de ámbito doméstico que reflejan el gusto y las costumbres cristianas.

Las primeras construcciones de esta fase corresponden a tres pozos ubicados al norte del solar que están asociados a dos dados de mortero de cal y canto, y que alteran los niveles preexistentes, llegando incluso a niveles romanos. También responden a este momento, la pavimentación del vial nazarí ubicado al sur de la parcela, realizada con pequeños cantos y fragmentos cerámicos nazaríes y cristianos; así como varias estructuras de mampostería trabadas con barro o mortero, asociadas a pavimentos de cantos, ubicadas en la zona central del solar, que se relacionan con el mesón de Garçi Fernández Manrique, un establecimiento para la pernocta de la población islámica construido tras la toma de la ciudad (1487) y que perduró hasta el establecimiento del mercado Franco en la actual plaza de la Merced en 1493. 

Sobre los restos de este mesón, se edifica el hospital de Santa Ana (1503), que ocupa gran parte de la manzana excavada, y del que se han identificado dos patios, las dependencias y la iglesia. El hospital se distribuye a partir de un gran patio cuadrangular. Conservaba el pavimento de cantos con un diseño radial de calles en abanico, delimitadas por encintados de ladrillo a sardinel desde el sumidero central, gran pozo de recogida de aguas donde confluyen todas las canalizaciones y tuberías cerámicas del hospital, ubicadas bajo el pavimento del patio, rematado con una pieza de mármol singular. 

La profusión de tuberías y canalizaciones bajo el pavimento son indicadores de la importancia del agua en la vida cotidiana del hospital. Este patio estuvo porticado por el oeste y el sur mediante columnas hexagonales, construidas con ladrillo aplantillado, y enfoscadas en color rojo. Se han conservado cinco columnas originales que separaban los deambulatorios, que aparecen con un pavimento diferente marcado por una línea central de ladrillo colocado a sardinel. Los muros que delimitan el patio por el sur y el oeste están muy afectados por las cimentaciones contemporáneas, a pesar de lo cual se observa el enfoscado en color rojo de las paredes. 

Siguen el rito cristiano, con los cuerpos en fosas individuales y posición en decúbito supino. Destaca la presencia de cal en todos estos enterramientos y de algunos objetos personales (cruz de Caravaca, pulsera). En total se han localizado 58 individuos, con presencia de femeninos e infantes, y se adscriben al siglo XVI.

La iglesia estaba dispuesta longitudinalmente en sentido norte-sur junto al flanco este del patio. De ella, solo se documenta una de las naves puesto que las otras se desarrollaban bajo la actual calle Victoria. Se conservan parcialmente tres de las columnas de conglomerado rojo que sostenían los arcos de medio punto que separaban las naves entre sí. 

También se han localizado enterramientos bajo el primer suelo del interior de la iglesia que corresponden a los siglos XVI y XVII. Se trata de enterramientos en fosa, que afectan a los niveles nazaríes, y siguen el rito cristiano, con posición en decúbito supino aunque, en este caso, sin ajuar. Al norte del patio se desarrollan las dependencias del hospital que se distribuían en una doble crujía que posteriormente se compartimenta. 

Otro aspecto documentado han sido las reformas del hospital en el siglo XVIII que suponen una elevación del nivel de los suelos del conjunto (patios, dependencias e iglesia) realizada con un considerable aporte de tierras que contiene numeroso material constructivo, restos de mortero, algunas inclusiones de gravas, y material cerámico islámico y del siglo XVIII, y que concluyen con la ejecución de nuevos pavimentos y la construcción de los escalones con ladrillos a sardinel realizados en el muro este del patio para resolver el acceso a la iglesia. 

Sondeos geoarqueológicos realizados en el solar. Sondeos geoarqueológicos realizados en el solar.

Sondeos geoarqueológicos realizados en el solar. / Marilú Báez

En la iglesia se construye una cripta en la zona meridional bajo el pavimento citado, que contiene dos niveles de enterramiento; el inferior con tres individuos, el superior con uno; ambos niveles siguen el rito cristiano. Por otro lado, al exterior del hospital, en la zona sur de la parcela se localizan varias infraestructuras para la acometida de aguas, que se adscriben a los siglos XVI-XVIII. Se trata de una pequeña bóveda y un fragmento de su pavimento de ladrillos que parece estar relacionada con una atarjea de ladrillos que contiene una tubería cerámica con un sifón integrado y con dos atarjeas superpuestas.

Etapa contemporánea

La fase contemporánea se corresponde con las cimentaciones y excavaciones para las construcciones de los antiguos cines. Destacan las cimentaciones perimetrales de hormigón y el sótano del cine Astoria, así como los grandes dados de hormigón del edificio de viviendas que llegaron a alcanzar hasta los tres metros de profundidad. 

Sondeos geoarqueológicos

En cuanto a las perforaciones geoarqueológicas aportan como novedad la presencia bajo los niveles romanos altoimperiales de un paquete estratigráfico en el que se observa material de filiación fenopúnica que, aunque de carácter erosivo, no descarta la existencia de estructuras de época feno-púnica. Igualmente, se ha detectado el nivel geológico pre-holoceno formado por limos arenosos y arcillosos verdoso-amarillentos, con vetas grisáceas y concreciones calcáreas del Terciario (ubicado entre los 7,60 y 4.46 m.s.n.m), que permite inferir una paleotopografía con una leve pendiente descendente hacia el norte y la existencia de una vaguada en el límite este del solar con un desnivel muy acusado en la esquina noreste.

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