Unicaja

Las obsesiones de Ibon Navarro y campos de mejora en el Unicaja

Ibon Navarro, durante un tiempo muerto

Ibon Navarro, durante un tiempo muerto / ACB PHOTO

Comunicativamente, Ibon Navarro es un entrenador que deja pensamientos interesantes, más en un momento donde hay que saber guiar el mensaje, con el Unicaja líder de la ACB y en la antesala de una nueva Final Four de BCL, pero no solo luce lo deportivo. El técnico vitoriano se sentaba en Overtime de Movistar, en el corazón del Carpena, tras ganar al Baskonia, todavía saboreando uno de los mejores partidos de la temporada de la ACB, como reconocía Ibon en sala de prensa. Pese a ese baloncesto de fantasía, entrenador del Unicaja encuentra diferentes parcelas donde el equipo aún tiene margen para crecer. Si no mejoras, empeoras; una de esas frases que Ibon Navarro siempre ha llevado por delante en sus más de dos años en Málaga. "Ahora ando bastante obsesionado con el manejo del uso de las faltas. No usamos muy bien las faltas. De hecho, el último tiro de tres puntos de Markus Howard lo podíamos haber evitado, lo teníamos hablado. Por ahí vienen algunos aspectos a mejorar. En la segunda parte cometimos pérdidas. Las de campo abierto me las apunto yo. Pero las que son por no ejecutar bien sí las que tenemos que controlar, porque en partidos en los que te juegas algo siempre cuestan mucho", explicaba Ibon Navarro.

Del liderato, ese discurso de restarle peso. "Suena bien, pero es lo que es. Quedan cuatro partidos muy complicados aún. Ha tenido mucho mérito, más de lo que nos jugábamos el viernes, el partido del Baskonia fue espectacular. Contra Virtus ha estado excelente. Solidez y acierto no lo habíamos visto, habla bien del talento y nivel que tienen, de la mentalidad que juegan", insistía además en el gran partido del Baskonia. En un enfoque más genérico, Ibon Navarro recuerda la fase embrionaria del proyecto, también la gestión de expectativas. "No se mira tan a largo plazo. Queríamos volver a enganchar a la gente de Málaga. Teníamos claro que debíamos, además de un equipo que ganase partidos, que enganchara de nuevo. Que guste a la gente y que la gente venga al Carpena no a ver al rival con el que juega el Unicaja, sino a ver el Unicaja, juegue contra quien juegue".

"Si la fórmula fuera tan fácil sería cuestión de replicarla, pero son las personas. Ese verano de 2022 fue muy duro a nivel de trabajo, de recabar mucha información a través de Juanma, de hablar con mucha gente, muchas veces ni siquiera de baloncesto. Había que encajar a las personas más que a los talentos. Al final las personas que rimen, la nuestra fórmula ha ido bien", reflexionaba. Profesionalmente, dejó la química por el baloncesto profesional, de esas decisiones complejas. "Le di vueltas a eso cuando salí de Andorra. A veces pasan cosas que te cambian la vida. La gente no se acuerda de que si Nico Laprovittola mete esa canasta que se queda botando y sale en la semifinal contra el Barça, cambia la vida. Hay muchas cosas que te la cambian. No deja de ser deporte y hay cosas que te hacen disfrutar cuando las cosas van bien. Disfrutar de las buenas y no sufrir de las malas, que haya salud en tu gente y ya lo demás vendrá".

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